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lunes, 12 de noviembre de 2012

Los activos tóxicos tienen antídoto




Faltan pocos días para que el llamado banco malo absorba los activos tóxicos de entidades financieras nacionalizadas o rescatadas. Son millones de metros cuadrados de superficie recalificada sin otro objetivo que la especulación tras el estallido de la burbuja innobiliaria.

Terrenos en primera línea de playa y otras zonas del litoral, o solares potencialmente utilizables como zonas verdes en las ciudades se encuentran entre los activos tóxicos. En muchos casos se recalificaron como zonas urbanizables con el único propósito de revalorizarlos de cara a los balances de entidades bancarias. No tienen posibilidad de desarroloo y envenenan al sistema financiero, que pasa la patata caliente al banco malo.



Son casos como el de la playa de Mangueta en Cádiz, donde Catalunya Caixa, hoy nacionalizada, adquirió 270 hectáreas para levantar una macrourbanización con campo de golf. Ante la oposición social, la Junta de Andalucía terminó por autorizar un complejo hotelero. A día de hoy no se ha construido nada.

Ejemplos como el de de Serelles, una urbanización a medio construir y prácticamente deshabitada en el parque natural de Mariola de Alcoi (Alicante). Otro activo tóxico, en esta ocasión de Caixa Galicia, hoy nacionalizada e integrada en Novacaixagalicia.

Resulta paradójico que lugares de alto valor ecológico y paisajístico puedan ser considerados tóxicos. Y el antídoto es que pasen a ser de uso e interés público.



Las fotografías muestran imágenes de parte de la Playa de la Mangueta.

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